martes, 15 de noviembre de 2016

"La magia de la Marihuana" Sin Titulo y casi que sin Autor

Dante estaba devastado, no podía entender que su amor hubiese sido tan efímero, no quería salir al mundo con el miedo de recibir malas noticias, estaba cansado de salir en busca de odios, porque amores estaba como que difícil de encontrar… Estaba sumergido en las pepas, en las pastillas para locos que le conseguía un amigo; Dante no salía, no comía, no hablaba, no vivía; hasta que recibió una llamada que tal vez fue de gran ayuda. Era Danilo, invitándolo a un concierto de rock.
Después de ese concierto, cogieron para el apartamento de Danilo, empezaron a escuchar rock and roll y a tomar Whisky, de momento Dante comenzó a llorar, recordando a Brayan mientras Danilo hacia como si lo entendiera profundamente, Dante quedo dormido en los brazos de Danilo sin ninguna pretensión, Danilo lo observo durante toda la noche mientras se imaginaba vidas a lado de mi Dante Miserias.
Al día siguiente Dante abrió los ojos y al verse al lado de Danilo, le provoco besarlo como nunca, Danilo se dejó fluir, total era algo que estaba esperando con ansias, que se repitiera… hicieron el amor; después de ese día Danilo empezó a ser alguien muy importante en la vida de Dante, se veían seguido, hablaban por horas, Dante quedaba hipnotizado al ver como Danilo absorbía aquel cigarro sin filtro y botaba el humo denso, le encantaba ver como sus ojos se ponían pequeños y rojizos, también como la coherencia de aquel ser se convertía en palabras descabelladas; sus hombros parecían muy pesados, y la risa se apoderaba de él, Dante lo detallaba minuciosamente mientras el también emprendía su viaje sin destino fijo, fumando su pasaporte; no sé porque le daba tanta risa, era una risa
imbécil que me molestaba y me daban celos; Después de que pasaban por aquella etapa de la risa, empezó a escribir algo que después pude leer  “Mi mundo, mi momento, mi espacio se separaba en fragmentos pequeños de tiempo; de repente no sé lo que estoy escribiendo, de repente no sé dónde estoy, de repente mis pasos son abollonado, parece como si caminara entre nubes, de repente siento la magia de la marihuana… Mientras llegaba a mi cita con mi profesor de Chelo, relacionaba mi situación con Mario Bross, todo parecía como cuando avanzamos los mundos de este jueguito, y también era algo similar a Alicia en el país de las maravillas; a veces era fantástico, pero también a veces decía “mierda estoy muy trabado, voy a intentar estar consiente” el tiempo era largo y por fin había llegado a la biblioteca, alguien me saludo, fuimos a un lugar que tenía maticas de limón, nos sentamos y empezamos a escuchar unos temas de polikarpa y sus viciosas, hablamos de Alejandro  Sanz y terminamos por rosar nuestros penes, era como jugar espaditas.


No se si eran las 4:30 am o las 7:15 pm, no sé si estaba en el año 2000 o en año 1960, no sabía nada, solo sé que el ser con el que estaba, estaba más demente que yo; rego un tarrito de lecherita sobre mi abdomen, sobre mi ombligo, alrededor de mis tetillas, empezó a lamerla dejando impregnado en mi cuerpo su aliento a vino blanco confundido con cigarro. Volví de mí traba y ya estaba al lado de una pantalla de agua con figuras y luces, besándome con vos Danilo, perdóname que te cuente todo esto y más por esta carta, pero es que no soy capaz de decirte con mis palabras, ni mucho menos mentirte de todo lo que hice mientras vos trabajabas, te lo juro Danilo que vos lo haces mejor que él, te lo juro que no fue ninguno de tus amigos, te juro que al que amo es a vos” Danilo escupió a Dante en la cara, salió corriendo y se montó a un bus, Dante quedo destrozado, al lado de la pantalla de agua, con una ciudad feroz y fría esperando devorarlo, con una carta sincera y dolorosa arrugada en el piso, rodeado de humos densos y relajantes que daban inicio y finales a muchas historias.

Memoria de una traba sumisa

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