lunes, 27 de noviembre de 2017

La Primera Vez que Ame a un Guevon "Sin Titulo y Casi que Sin Autor"

La primera vez que me enamore tenía 11 años, era un chico como de 20 años el que me tenía loco, él vivía solo en el apartamento del frente de mi casa, yo me despertaba antes de las 5:30 a.m. para verlo por la ventana antes de irse a trabajar, me imaginaba abrazándolo y durmiendo con él, porque mi cabeza de niño no me permitía imaginarme más, era algo inocente sin el más mínimo morbo, ni siquiera yo sabía eso de homosexualidad, solo me importaba sentarme a verlo salir y entrar de su casa. Escribía cartas sin nombre pero todas eran para él, me daba rabia cuando lo veía con chicas bonitas, le pegaba corazones en la puerta de su apartamento y luego miraba cuando los quitaba y los botaba, yo guardaba la esperanza de que uno de esos corazones se le quedara pegado del cuerpo y así de alguna manera estar más cerquita de él.
Un día estaba pegándole calcomanías en su puerta, cuando lo vi llegar en un taxi, estaba como enguayabado, tenía una camiseta de Ramones y gafas oscuras; yo me quede mirándolo como anonadado, ¡no sabía que hacer! Él se quedó mirándome las manos llenas de stikers y me pillo, vio que yo era el loco que llenaba su puerta de estúpidos corazones, se sonrió pícaramente, arranco el corazón que yo había acabado de pegar en su puerta y me lo entrego rasgado, yo no sabía que pensar… Pase varias semanas encerrado en casa de la abuela para que él no me viera, yo siendo un infante inmaduro sufría sin poderle dar conclusión a todo eso que estaba sintiendo. Cuando llegue de donde la abuela a mi casa, vi un camión de mudanzas al frente, él estaba ahí, sudado, apresurado, concentrado y yo ahí, sin poder entender como siempre esas cosas de mayores.
Él finalmente se fue, el tiempo paso, yo crecí, me interese por otras personas y hasta creí haber olvidado aquel muchacho que siempre supe quién era pero no como se llamaba, queme las cartas ridículas que había escrito, decidí ya siendo un adolescente rebelde borrarlo de mi cabeza porque simplemente de me daba la reverenda gana… Pero aunque yo quise haberle dado fin a esta historia, el destino no. 
Habían pasado 9 años, era 24 de Diciembre y yo estaba como de costumbre en el Jingle Bell Rock Party, había un chico mirándome fijamente hacia un buen rato y yo continuaba bailando solo en la pista de baile, el seguía mirándome y no le importaba que nuestras miradas se cruzaran de vez en cuando, no me quitaba la mirada de encima; yo ya no quería que me mirara más, así que me le acerque y le dije que mirara a otro más raro, él me dijo que sentía que me había visto en alguna parte pero no fue muy concreto, me invito a una cerveza como para calmarme un poco y me seguía mirando fijamente. La noche se nos pasó hablando maricadas de la vida, me hacía trucos de magia que salían perfectos para mi estado de ebriedad y hasta me lanzo fuego por la boca como para sorprenderme. Ya era el amanecer, habíamos tenido una noche perfecta pero aun no sabíamos ni de nombres, ni de edades, ni de procedencias; yo solo sabía que él era un mago tirador de fuego interesante y el de mí, que era un chico solitario bailarín que había visto en algún momento de su vida.

Llego el momento en que decidimos presentarnos, le causo mucha gracia mi apodo “Dante Miserias”, el como para que yo le creyera todo, me mostro su cedula, y efectivamente era modelo 82, leí su nombre y su estatura detenidamente, Juan David Villa 1.78 cm, mire la foto fijamente y  me encontré con que era el, el que me hacía madrugar cuando  era niño, que era él el que había sacado mis sentimiento más puros y sinceros, el que había sido mi inspiración y mi dolor. Obviamente le recordé lo de los corazones en la puerta, él se reía mientras recordaba y me decía que mis ojos no eran fáciles de olvidar; nos besamos apreciando el amanecer, recordamos, aclaramos, vivimos y al final nos despedimos, él me dijo que quería mi contacto para que siguiéramos hablando, pero yo le dije que tal vez era momento de darle fin a esa historia tan larga, él me dijo que su corazón sentía cosas raras, pero yo en un vil acto de venganza, lo deje ahí parado solo, mirándome perplejo e inentendible, así como él una vez rasgo mis corazones de papel, yo hoy rasgaba desde lo más profundo y con todas las fuerzas de mi alma, su corazón para ver si al fin entendía la fuerza del amor.

martes, 7 de noviembre de 2017

El N.N más sexy Sin Titulo y Casi que Sin Autor

Este mensaje me llego como a las cuatro de la mañana, demás que estaba pensando en él, en el sucio punkero. El ya disfrutaba escribirme todas sus anécdotas, y yo disfrutaba leer esos escritos con aires eróticos, el mismo le dio el titulo; tal vez disfrutaba la experiencia.
"Yo lo había visto un par de veces en el parque, siempre tomando, siempre con las narices llenas de perica, solo, como petrificado en una esquina, con un radio podrido escuchando música podrida.
El me odiaba, decía que yo era un puto punk comercial, yo no entendía bien sus argumentos aparte porque él siempre estaba hablando entre dientes. Una vez me estaba tomando una cerveza, escuchando QUEEN, pensando maricadas… Hasta que le dio por pasar a ese podrido, me grito como de costumbre “Puto comercial” yo lo mire despreciándolo, porque en verdad lo despreciaba, él quería problema y yo solo quería fumarme otro cigarrillo apenas se terminara el que tenía entre dedos.
No sé si paso por “cosas del destino”, “del odio al amor hay solo un paso” o por  “por los altos niveles de testosterona”, solo te cuento que terminamos besándonos en su apartamento, acariciándome el cuello con su chaqueta de cuero desgastado, apuñalándome el abdomen con su correa de taches oxidados, besándome salvajemente jugaba con su pircing y mi lengua, la música de fondo (Sex Pistol), la ciudad en su espléndido amanecer y el olor a bohemio que se filtraba por el ventanal que estaba abierta, lo hacían más excitante todo, clavaba su tache con el ritmo de batería, los gemidos, los sudores, las canciones se apoderaron del lugar, cual princesa como hasta las doce del día, que fue que me volé mientras él se estaba bañando, yo me estaba haciendo el dormido esperando a que se parara, porque no quería verle la cara, no quería arrepentirme… ¿Cómo se llamaba? No sé, tal vez el Podrido, ¿Qué si me gusto? ¡Me encanto!” Atentamente Dante Miseria

El todo me lo contaba muy sínicamente, como si no se diera cuenta que tocaba mi sensibilidad, mi susceptibilidad. Termino su mensaje agregando una posdata contándome que cuando cogió el taxi, se imaginaba mientras llegaba a su casa, teniendo sexo con el taxista. Yo después de leer el mensaje me sentí más fracasado que nunca, ¿Cómo un N.N pudo tener a mi Dante? y yo que conocía hasta sus entrañas, a duras penas lo podía leer.

martes, 3 de octubre de 2017

¿Qué paso con Fausto? Sin Titulo y casi que Sin Autor

Se quería matar, estaba gritando desde la estación del metro, que no aguantaba más, que quería volver a las estrellas, los policías lo sacaron de la estación, lo golpearon como es de costumbre y lo dejaron tirado en un andén meado por los perros, yo ese día estaba de afán pero sin embargo lo ayude porque era un lunático hermoso.
Cuando me le acerque, él estaba bastante desubicado, pensaba que el maderazo lo había  llevado al firmamento, porque me dijo que yo era una bella estrella. Le dije que me llamaba Dante Miserias y me regalo un cigarro, me dijo que quería hacer el ridículo con migo por el resto de su vida y que se llamaba Fausto, yo le dije que tenía afán y que más ridículo era el que se quería matar en público, me callo con un beso y te juro que me llevo hasta las estrellas… Nos seguimos encontrando en el cinema donde él trabajaba, yo salía del bar Monroe con ansias de verlo, el me esperaba en la cabina de la sala de proyecciones del cinema para recibirme con muchos besos, comenzaba la película y también comenzaba a besarme más profundamente.
Pasaron como tres meses en los que vimos las estrellas juntos, de día  bastaba con mirarnos de frente y de noche con recordarnos o mirar para arriba… no nos separábamos, hasta me presento a los amigos con los que vivía, ahí la cago, ¡Para que confió tanto!; conocí a Mick, su compañero de apartamento y pues como que nos caímos bien a primera vista, me dijo que quería hacer unas fotografías conmigo, lo que yo no sabía era que la sección fotográfica terminaría con una escena de pasión y engaño al mismo tiempo; empezaba a sentirme malo, jamás me había sentido mal de “engañar” a alguien, en este caso a Fausto que se había comportado tan bien con migo.
Unos días después estábamos en Monroe viendo las fotos ya impresas, Mick y Fausto estaban bien concentrados mirándolas detalladamente y yo estaba muy asustado, los tenía a los dos al frente, era como un sueño, o mejor una pesadilla; sentía una presión que jamás había sentido, me sentía frio y nervioso a simple vista; cuando me estaba sirviendo el café, se me rego el azúcar del temblor tan terrible que tenía en las manos, los dos se reían de mí y me presionaban aún más con sus miradas y cometarios.
Yo termine por contarle todo a Fausto en medio de una borrachera, es que no me sentía liviano y el tipo era tan transparente, que sentía que no merecía mentiras. ¿Qué paso con Fausto? Obvio me dejo, me dejo en los brazos de Mick.
Con Mick recuerdo que caminaba mucho en la noche, nos encantaba salir después de las 3:30 a.m, cuando la ciudad dormía, nos metíamos de a medio LSD en el ojo  y volábamos felices como aves nocturnas, nos cogíamos las manos, rodábamos en el piso como en un idilio de amor, y nos besábamos hasta que comenzaba el amanecer… Yo entreabría los ojos, no los quería abrir del todo porque en el fondo al que siempre imagine fue a Fausto, teniendo una conexión cósmica/sexual que me llevaba al éxtasis.
Finalmente volví a quedar solo después de que le dije a Mick, Fausto por equivocación. 
De Mick me quedaron las fotografías, de Fausto un cielo nublado sin estrellas, un cuerpo satisfecho, un triste recuerdo.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Violeta Violenta “Sin Título y casi que Sin Autor”

Cuando la conocí, no era más que otra Violeta de mil colores, radiaba luz como todas las violetas, hasta que un día paso de morado claro a purpura intenso… Muchos dicen que por mi culpa, creen que por ser Miserable “me cague en la batica de cuadros”. Pero es que teníamos como 11 años cuando nos besamos por primera vez,  ella empezó a volarse de casa para verme, para besarme hasta que encontró otro que la besara mejor, y yo también por supuesto; la cosa fue que se perdió durante 7 años, no supe nada de ella, ya ni la recordaba tan nítida.
Llegue a Monrroe como a las 2 a.m. mire como escaneando el lugar y lo primero que vi fue un hombre como de 1.20 cm de estatura sobre una silla con su cabeza clavada en las tetas de una mujer con el cabello de  olor purpura intenso, era Violeta y se alegró tanto de verme que me no dudo en lanzarse a darme un beso en la boca, el enano contrario a lo que yo pensaba, tomo el beso como algo tan normal, que no dudo en  proponer “con todo el respeto” un trio, a Violeta le encantó la idea, mientras que yo durante todo el  camino no pensaba en mas, que como sería el sexo con un enano… No había visto  el suficiente porno.
Llegamos al apartamento de ella, saco una botella  de ginebra y puso una película XXX en la que habían un montón de enanos, yo  no podía entender lo que estaba a punto de hacer, así que simplemente me salí para el balcón a fumarme un cigarro; cuando entre nuevamente a la habitación decidido a marcharme del apartamento, me encontré a Violeta teniendo sexo con el enano, a ella le encantaba sentirse como una de lolita de película porno, así que me insinuó que me acercara pero yo preferí  volver a balcón.  
Debo aceptar que la imagen me genero cierta excitación, pero preferí masturbarme al aire libre hasta que por fin Violeta termino y el enano se fue  del apartamento.
Violeta salió al balcón desnuda y fumándose un cigarrillo, me dijo que me pusiera cómodo y que me quitara la ropa para ella no estar en desventaja, abrimos un par de cervezas y me empezó a contar que en todos estos años había estado por todo Suramérica cantando, me dijo que se había acostado con manes de muchas nacionalidades y que le habían encantado los brasileros, me dijo que tenía muchas ganas de mi “desde los 10 años, desde los 10 sueño que me la metas… Yo vi como besabas a un papacito, yo confió  en que si lo satisfaces a él, conmigo haces maravillas” pasamos todo el día empelotas escuchando punk y fumando marihuana en el balcón de Violeta. Tirándole piedritas a las palomas, me decía que las odiaba porque comían basura, tenían zumbambicos, hacían bulla y lo cagaban a uno de vez en cuando; nuestra puntería se volvía cada vez más acertada, logramos espantar varias, hasta que vimos que por la acera se acercaba una monjita, en un acto de total impulso Violeta le arrojo un candelabro desde el balcón “Era lo único que tenía a la mano, es que ella es de las que alimenta a todas estas palomas con el discurso de la paz… A parte me parece ridículo que se disfrace, siendo Mayo.”
Nos vestimos, salimos del apartamento y a las afueras apenas le estaba dando los primeros auxilios a la monjita, caminamos hasta un callejón a unas cuadras más adelante y entramos como a una especie de guarida, a Violeta le entregaron un paquete y volvimos a salir del lugar. En la esquina habían varios policías con un perro indagando sobre el accidente de la moja, pasamos por el frente de la acera como si no supiéramos nada, Violeta se quedó comprando conos de pasas mientras me pasaba el paquete como para disimular, un policía me llamo de lejos y yo me acerque, me pidió papeles, Violeta que estaba esperado los conos tuvo una reacción como de susto y me empezó a hacer sutiles señas desde lejos, yo no me había percatado de lo que había dentro del paquete, hasta que por cosas del destino, como si yo fuera un bulto de sal el perro se quedó frente a mi olfateándome, pues al parecer tenía 21 gramos de coca en el  paquete.
Violeta llego como loca cuando me estaban montando en la patrulla, les rogo que me solaran, que yo no tenía nada que ver. Dejo caer al suelo los helados que se derretían con el calor del momento, mientras el perro faltón los lamia del piso, a Violeta y a mí nos llevaron a la estación, cuando llegamos Violeta no dudo en testificar que todo pertenecía a ella. Después de varias horas me dejaron libre, me dijeron que a Violeta le esperaban unos cuantos añitos en la cárcel de mujeres y que yo no tenía ningún problema legal.
Pasaron como tres años hasta que la volví a ver, nos encontramos en Morroe como era de costumbre, la mujer que tenía al frete ya era como una especie de Violeta Violenta, nos tomamos unos aguardientes, hablamos de lo que había pasado en todo ese tiempo y al final me regalo un montón de mariposas muertas que había coleccionado en prisión, me dijo que todo el tiempo me había recordado, que estaba muy feliz de verme pero que ya se tenía que ir. Yo solo sentía como un sin sabor, es que después de tanto  tiempo sin tenerla, verla era como un premio del destino, y ahora lo que menos quería era dejarla ir… es que me dolía que otra vez me la quitaran del paso; no pude hacer nada por ella cuando lo necesitaba, ¿Qué más se podía esperar de este miserable? de Dante Miserias. 
-"Who breaks a butterfly upon a wheel?" Alexader Pope

miércoles, 16 de agosto de 2017

Unas mañanas de Agosto por el whatsapp "Sin Titulo y casi que Sin Autor"

“Quiero contarte unas cosas que me pasaron cuando vos decidiste no seguirme más, no penses que deje de hacer cosas interesantes… Hice muchas cosas chéveres que podemos poner en el Libro. Me gustó mucho como me describiste, como todo mágico, como si no fuera malo”
Yo no sabía si quería seguir sabiendo tanto de Dante, ya había estado bastante obsesionado con él durante algún tiempo, como para desatrasarme de lo que no había podido ver. Pero si no aceptaba me sentiría tan frustrado como la señora que se vio toda la telenovela y no se pudo ver el final. Le respondí que sí y desde ese día cuando menos lo pensaba recibía “picaras” historias que me alimentaban el libro pero me abrumaban el alma ¿todavía estaba enamorado de él?
“Tiene una mirada tan profunda, ya van varias veces que lo veo, yo le digo mi Tigre, pero él no sabe… Es que tiene como cara de tigre, como caminado de tigre y cuando canta parece un tigre rugiendo, si vos lo vieras te asustarías, porque es mucho más joven que vos, porque todas las peladitas le caen y solo le gusto yo. Yo lo sé porque me mira diferente, se vuelve muy torpe cuando se da cuenta que lo estoy mirando y pille que me stalkeo porque se le fue un like en una foto muy vieja; aparte viene mucho al bar y siempre está solo, como dispuesto a conocer mucha gente, como dispuesto a conocerme”
Sentía que él disfrutaba teniéndome de confidente, me escribía detalle por detalle la descripción de su tinieblo sin ningún pudor, utilizaba palabras que se me hacían difícil de entender  pero aun así yo seguía embelesado
“Mi tigre es muy lindo, lo conocí en el Morroe coffe Music, cuando yo estaba cerrando, él fue de los últimos clientes que quedo, me dijo que si podía prender un baretico y yo le dije que si me ayudaba a sacar a los cuatro borrachos que faltaban. Cuando quedamos solos, nos terminamos una botella de mezcal que  yo tenía empezada, partimos el gusanito para los dos y fumamos de una orgánica que Tigre tenia, después me abrazo como nunca, sabes que, ese abrazo fue tan profundo que me enamore de él y no de su cuerpo parce, me enamore de su interior. ¿Cómo hago para volver a sacar a ese Tigre tan suavecito?”
Con algo de ingenuidad hasta se le ocurría pedirme consejos, y yo como debía de suponerse nunca sabía que decir; no le quedaba más alternativa que seguirme contando
“Ni siquiera me imagino teniendo sexo con él, me dan como ganas de quedarme abrazado a él por horas, sobándolo, acariciándolo, sacando un poquito de dulzura en medio de tanta acides… Todo el día está en mí, sea en la cabeza o de frente, pero te juro que no es como las demás veces, es como tan puro”
Yo siempre había deseado que ese Miserable me dijera algo así, sentía algo de celos pero aun así como en un acto de masoquismo seguía leyendo y transcribiendo
“Hasta que no me aguante y le grite  -“deja de ser lindo, o bueno por lo menos con migo. Pórtate como una escoria, trátame mal” Parce yo solo quería que me tratara mal, yo solo quería que me hiriera daño para dejarlo de querer. Es que es tan estúpido, me abraza, me hace caritas, me escribe cuando esta borracho, me manda corazones y aun así me dice que no le gusto cuando estoy seguro de lo contrario”
Era algo muy natural de Dante Miserias, como si combinara el amor con el odio. Eso le daba más fuerza a sus caprichos 
“Hablaba estupideces, era despectivo y tenía aires de agrandado cuando estaba con Fernanda. Yo tampoco me quedaba atrás, yo sé que fui muy arrogante pero era necesario”
Me contaba cada cosa a medida que iban sucediendo, por mi parte empecé a vivir una historia ajena que cada vez se hacía más propia y personal, por una parte celebraba que ese tal Tigre no le prestara atención a mi Dante, pero por otra parte era ese sin sabor al saber que el protagonista no tendría un final tan feliz como el esperado
“¡Me importa mierda! Aunque si voy a extrañar sus canciones, sus melodías tan perfectas, sé que no me voy a morir y si me muero como que le estaría haciendo un gran favor a la humanidad”
Palabras de un evidente ser herido, pero yo confiaba en él, sabía que tanto alguien podía portarle una mierda, además finalmente su historia cumplió su ciclo.

martes, 1 de agosto de 2017

Una Tarde de Enero "Sin Titulo y casi que Sin Autor"

Eran como las cuatro de la tarde, salía afanado de la oficina hacia una reunión a un edificio a dos cuadras abajo del mío, iba en un paso rápido, el semáforo cambio a rojo y me toco pararme durante 20 largos segundos a esperar a que pararan los dichosos carros, pero oh sorpresa cuando del otro lado de la calle veo a Dante, caminando con su relajo natural, con su estilo tan libre, tan propio; le grite tan duro como pude y no atendió a mi voz, por un momento pensé en que tal vez debería dejarlo seguir y yo también seguir para mi reunión, pero lo contrario que hice fue salir corriendo de tras de él, cual niño cuando ve a su madre, él obvio metió un salto cuando le toque el hombro, sin duda alguna pensó que alguien lo iba a robar, pero termino por robarme el a mi… se quitó los audífonos, me despeluco como en un acto de cariño, como cuando sobas un perrito que te cae bien, me compartió uno de sus audífonos, estaba escuchando The Beatles, Revolution y  terminamos en Málaga, un bar de tangos en el centro de la ciudad tomando ron con café. El día estaba frió, así que aproveche para llamar e inventarme la excusa de que no podía ir a la reunión porque estaba lloviendo muy fuerte en el lugar que estaba, al parecer se creyeron el cuento, porque se compadecieron. El caso fue que en el momento no me importo que me echaran o no del trabajo, quería estar con Dante Miserias y solo me importaba él; ¿pero qué pasaba? ¿Acaso no había ya pasado como cuatro años? ¿El enamoramiento jamás había pasado? ¿Yo no lo había superado?
Estaba más hermoso que nunca, cabello con rastas, más pircings, más tatuajes, más alto e inteligente
- “Tiempo sin verte… Tanto tiempo”
-“Mucho tiempo, estas todo grande y se te ven muy lindos todos esos tatuajes “
-“A veces me  creo lienzo y vos que estás haciendo”
-“trabajando…”
-“¿Qué paso con vos? ¿Ya tenes novio?”
Yo no sabía que responder, sentía que la podía cagar o recagar, podía ser una sutil propuesta o una simple pregunta, cambie el tema 
-“Si,  empecé a trabajar Y también estaba escribiendo sobre vos”
-“¿cómo así?” Logre desviar el tema
-“Si, escribí varias cositas que vi de vos”
Saque el portátil, pensé que después de tanto tiempo ese sería un buen acto, total él había sido la fuente de la inspiración y estaba completamente seguro de que Dante ya era un poco maduro, capaz de leerse sin escupir sobre mis escritos, sin romperme el computador en pedazos.
Le empecé a leer con mi voz entre cortada, hacía muchos años no leía esos vagos escritos, Sin título y casi que sin Autor… estaba en los archivos más remotos de mi disco duro, no podía creer que tuviera al protagonista de tanto derroche de tiempo al frente, confrontándose como si se estuviera mirando en un espejo. Entre tangos, rones con café, sonrisas y una buena lectura, terminamos eso que en algún momento llame libro para sentirme teso.

Dante se quedó mirándome fijamente, me dijo que habían cosas que no eran como parecían, pero que en general no pensaba que fuera una persona tan especial, me dijo que ya se tenía que ir, me pidió mi número de contacto y se fue, se esfumo entre viejitos ebrios de aquel café, sentí muchos nervios, me tome una copa de ron doble sin café y empecé a escribir esto.

martes, 17 de enero de 2017

Sin Titulo y casi que Sin Autor

Sin Título y casi que Sin Autor es un “libro” que realmente fue escrito en dos etapas muy diferentes, que coinciden con dos etapas muy fuertes de un adolescente, ósea… que locura; porque inicialmente cuenta la historia de un jovencito gay rockero disuelto en un estilo de vida diferente a su entorno y luego el personaje crece, pero sigue el rock and roll protagonizando la vida de aquel desmesurado ser  ¡Ya Dante Miserias es otro voltaje!
Tenía una deuda con migo mismo, se me había pasado por la cabeza dejar de un lado esto, pero después de tres años vi la necesidad de terminar de escribir sin engañarme y sin engañarlos. Se preguntaran por que no continúe escribiendo en ese tiempo, pues simplemente llegaron a mí, personas, acontecimientos y cosas que merecía disfrutar; si, es ingrato de mi parte escribir para llenar mis vacíos, pero es mi manera de sanarme. En todo ese tiempo, fui tan feliz que pensaba solo en vivir el momento, disfrutarlo sin medidas, de hecho consideraba que si gastaba mi tiempo escribiendo todas esas cosas no me iba a quedar tiempo para seguir disfrutando, como si al escribir no estuviera disfrutando; en todo ese tiempo ame, sufrí, llore, pelie, grite, me empelote, perdí el pudor, me creí un artista, me drogue, aprendí, estudie, engañe, jugué, fui feliz, estuve en una cárcel sintiendo como me cortaban las alas, me embriague e hice cosas de las cuales me apenaba,  sentí que era enloquecerse, viaje, volví a llorar, volví a follar y volví a ser feliz, crecí… Fui cantante, bailarín, escritor, equilibrista y soñador, me enamore de mucha gente y me desilusione, bese, me sentí en la cima, pero también decaí, fui un drogo triste, un decadente pero volví a crecer, volví a ser libre y ahora siento que hice tantas cosas que puedo ser infinitamente feliz.
Entenderán que es difícil retomar, quede a medias de un proyecto de “libro” corto, inexperto y hasta vulgar a veces pero… Bueno, intentar continuar después de un bache emocional creo que es algo que terminara dándole más fuerza a la historia ya que el crecimiento de los protagonistas y el “autor” será evidente en las siguientes líneas.
Había pasado mucho tiempo, yo ya estaba en mis cosas personales, había olvidado Sin Titulo y Casi que sin Autor y no sabía nada de Dante, de Dante Miserias…
En algún momento intente retomar mis escritos en Sin Título y casi que sin Autor, con algunas historias que recordé de ese Miserable que me mantuvo enamorado por mucho tiempo, pero luego pensé que sería caso perdido  -“Para que si ya paso y además probablemente esto nadie lo lea” entonces fue donde creía haber tomado un decisión radical.