Viernes de Rock and Roll Otra Vez

Mis Viernes se resumian en este itinersrio:

2 p.m Empezaba el día con un montón de llamadas y mensajes de parceros con la pregunta "¿Que hay pa' hacer?" A veces me sentía como una especie de programación cultural para amenizar el desmadre.

De 3 a 7 un siesta, buscaba la manera de descansar para recargar baterías... Si que las iba a necesitar, quería dar lidia toda la noche.

A las 8 p.m me metía un par de plones y me empezaba a organizar con la canción “Tu no mete cabra”  de Bad Bunny sonando de fondo, me hacia sentir cool, sentía como que esa noche la iba a romper; me ponía mi chaqueta de cuero y salía de la casa a buscarle pleito a la vida.

A las 10 p.m ya nos estábamos encontrando con todos los parceros en algún parque del centro de la ciudad, la primera pola, otros plones, saludos efusivos, bacanianos,    - "¿roncito con coca cola o que?" la noche prometía...

Faltando poco para la media noche nos encontramos con mas conocidos, amigos de los amigos, desconocidos, caras nuevas... - "¿Que hay?"   - "¿Todo bien?"  - "Melo" saludando a todo el mundo, pues ya la cerveza, el ron y la bareta estaban haciendo de las suyas.

2 a.m. No nos importaba que horas eran, empezaba el desmadre intenso, aparecían todas las drogas, todas las propuestas, todas insinuaciones.

A las 4:30 de la mañana, remate con tintes bastantes sexuales, ya el ambiente estaba caliente, todo mundo se quería culiar con todo el mundo, tríos, cuartetos, como que el ron ya había hecho su trabajo y eso sin contar con el otro montón de drogas.

Antes las 6 de la mañana, estaba rumbo a casa, porque no me gusta que me coja el amanecer despierto, siento que me arrugo, siento que me sucede algo parecido a lo que pasa en el cuento "Las Zapatillas Rotas de las Tres Princesas" de Los Hermanos Grimm, donde se van a rumbear al inframundo y regresan a casa con los zapatos destruidos, vueltos mierda... Así me sentía yo después de un viernes de rock and roll.

5:59 a.m. llegaba a casa antes de que terminara de amanecer, odio que me coja el amanecer despierto, siento que me arrugo. Prendo el tv para que el ruido me haga compañía mientras me desvisto y me quito el olor a viernes mezclado con sábado, en la pantalla justo están mostrando a las princesas con las zapatillas desgastadas diciendo mentiras...

Es viernes otra vez y esta vez, no estoy en un bar, ni en un pogo, ni en un desmadre, ni un rock and roll, esta vez estoy escribiendo para ustedes ¡Feliz Viernes!