
La madrugada del 4 de enero de cualquier año, a eso de
las 2:37 am estaba más junto a él de que se podía imaginar; él estaba a la espera de que cayera la dichosa
lluvia de estrellas, viendo mientras tanto un montón de puntos guevones en la página
de la NASA y viendo como intentaba una vez más encontrar su “príncipe naranja”;
de repente alguien le hablo, empezaron a tener la típica conversación imbécil,
pero esta vez paso algo asombroso Dante en su vida, le había dado el teléfono a
alguien, pero esta vez lo hizo… Hablaron hasta que el sueño los dejo, colgaron
el teléfono como faltando 7 minutos para las 6 a.m, planearon verse ese mismo
día en el parque de los chorritos de colores y precisamente se vieron, hablaron
de todo un poco y ese calvo sexi, era nada más ni nada menos que un trabajador
sexual por internet; a Dante no le gustó mucho pero termino por aceptar, y más
cuando el calvo sexi le juro que solo le seria infiel con el portacepillos.

6:00 pm Una llamada de Julián, Dante nunca había estado
tan feliz, esa sonrisa idiota me daban celos.
11:00 pm se volvieron a encontrar en el parque de los
chorritos de colores, se fueron a ver los alumbrados de la ciudad y al final
terminaron revueltos entre punks, era algo que Dante disfrutaba y Julián le
decía -“vámonos ya” -“espérate calvo
papacito que el parche esta chimbita”
3:42 am estaban en medio de un parque desolado besándose,
parecían un yin yan, mientras el viento jugaba con el cabello de Dante, también
rechinaba en la calva brillante de Julián
4:16 am ya se despedían, y juraban volverse a ver, los
tragos movían para los lados a Dante y Julián lo abrazaba como si fuera de él,
mierda ya Dante casi era de él.
Dante, con esos ojos enamoradizos escribía en el su red
social “no presencie la lluvia de
estrellas, paso algo mejor” y cosas así, ahí fue donde me dije “Mierda la Cursilería existe”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario